PEREGINACIÓN EN LA PENÍNSULA IBÉRICA
No es pretensión de este espacio una descripción exhaustiva de estas rutas (para ello hay páginas especializadas en esta labor), sino solo hacer una descripción histórica y geográfica de los distintos caminos que atraviesan nuestra piel de toro. Seguiremos, por gentileza de Gronze, este plano esquemático de los Caminos en la península.
Toda Europa es una red de Caminos pues el peregrino partía desde su lugar de origen, caminos confluentes que se reúnen todos en una arteria única a través de la península ibérica.
Ciñéndonos al territorio peninsular podemos clasificar los caminos de un modo didáctico de esta Forma:
Clasificación de Los Caminos de Santiago en la península
Los 7 Caminos principales que llegan a Compostela o cerca de ella son:
- Camino Francés
- Camino Portugués
- Camino del Norte
- Camino Primitivo
- Camino Inglés
- Vía de la Plata
- Prolongación a Fisterra y Muxía
Otros Caminos:
- Septentrionales: Salvador, Invierno, Baztán, Vasco, Catalán
- Centrales: Levante, Lana, Madrid
- Meridionales: Mozárabe, Vía Augusta y Camino Sur
CAMINOS PRINCIPALES
El Camino Francés
Es el Camino de Santiago en el que confluyen la mayoría de las vías medievales de peregrinación europeas, siendo por tanto el camino de mayor relevancia histórica y el más frecuentado (> 85%) por lo que se considera el Camino de Santiago por antonomasia. Su punto de inicio se considera hoy en Roncesvalles(Pirineo navarro) o Saint Jean Pied de Port (País Vasco francés). Sus raíces son las cuatro vías históricas de peregrinación que provienen del interior de Europa, de las cuales tres confluyen en la pequeña villa de Ostabat, a pocos kilómetros de Saint Jean Pied de Port atravesando los Pirineos por los puertos de Cize, y la otra llega a Oloron, atraviesa los Pirineos por Somport, continua por el tramo aragonés y terminan uniéndose todas en Puente La Reina donde ya el Camino continua como una unidad hasta Compostela, aunque no exenta de variantes en su trazado.
El Camino Central Portugués
Inicia en Lisboa, aunque hoy en sus puntos de partida suelen ser Porto o Tui. Utilizado desde la Edad Media, ha sido siempre uno de los más importantes, siendo hoy el segundo en afluencia de peregrinos.
Aunque éste es el más conocido, hay otros caminos de Santiago en Portugal. Desde hace años se están recuperando antiguas rutas, la más frecuentada es el Camino Portugués de la Costa, que tiene su punto de inicio en Porto y sigue un itinerario cercano al mar; desde la misma ciudad también puede tomarse una alternativa como es la variante de Braga; otro ramal arrancaría en el sur, desde Faro y la región del Algarve, que permita recorrer el país de un extremo a otro. A estas rutas jacobeas cabe añadir otras como Camino Portugués Interior que se une a la variante sanabresa de la Vía de la Plata, el Camino Zamorano-Portugués.
El Camino del Norte (o Camino de la Costa)
Históricamente es el más antiguo, hoy se define como el Camino que empieza en Irún y va por la cornisa cantábrica, no siempre junto al mar, hasta Ribadeo, donde entra en Galicia. Su escabrosa orografía y menos lugares con hospitalidad le hacen menos frecuentado, pero hoy es una buena alternativa al Camino Francés para los que quieren evadirse de la masificación, más espiritual y de paisajes más espectaculares al ser un camino litoral. Aunque hay tramos costeros con playas y acantilados, los mayores tramos transcurren por el interior. Es un Camino de alta densidad urbana y muchas urbanizaciones.
El Camino Primitivo
Parte de Oviedo y se dirige a Compostela por el interior de Asturias y Galicia, enlazando con el Camino Francés en Melide. Su nombre se debe a ser el primer camino del que se tiene referencia histórica; el rey Alfonso II y su séquito salieron de Oviedo, en el siglo IX (834), hasta la tumba del Apóstol. Pero el nombre Primitivo es equívoco, pues parece que le reconoce como primer Camino de Santiago, lo que no es real, pues siendo la referencia histórica más antigua y su itinerario documentado coincidente con el actual, considera a Alfonso II el Casto como primer peregrino a Compostela, pero esta ruta no se convierte en verdadera ruta de peregrinación hasta siglos después, en la Baja Edad Media (s. XV), con posterioridad a otros caminos medievales, al reclamo del dicho popular «Quien va a Santiago y no al Salvador, visita al criado y deja al Señor», buscando que los peregrinos del Camino Francés, al llegar a León, se desvíen a Oviedo por el que será Camino del Salvador. Una vez en Oviedo los peregrinos no vuelven a León, sino que buscan una ruta hacia Compostela por el interior de Asturias y Galicia, remedando el que hizo el monarca siglos atrás. Ciertamente los peregrinos podían llegar también a Oviedo desde Gijón (Camino del Norte), pero estos seguían la ruta de la costa hasta Ribadeo antes que internarse en las duras montañas de Asturias.
Lo característico de este camino es la dureza y ruralidad, con muchos tramos de montaña en continuo sube y baja, y diferentes pistas de tierra donde es fácil encontrar tramos embarrados y caminos pedregosos. Este camino ha ganado prestigio en los últimos años por sus paisajes y la aún moderada afluencia de peregrinos. Su tramo más emblemático es la Ruta de los Hospitales por la Sierra de Fonfaraón, la ruta más antigua, basada en la vía romana que subía a las antiguas minas de oro de estos montes; en la Baja Edad Media hubo hasta cuatro hospitales de peregrinos a pocos kilómetros unos de otros, lo que acredita tanto su vinculación a la senda jacobea como lo abrupto del trayecto, sobre todo con las nevadas invernales. Luego empezó a utilizarse más la ruta que bajaba hacia la entonces naciente villa de La Puela (Pola de Allande), pues como buena parte del recorrido se sitúa por encima de los 800 m de altitud, en caso de nieve o fuertes temporales, se hacía impracticable, como muchos otros tramos rurales de este camino.
El Camino Inglés
Es la ruta de que desde el siglo XIII usan los peregrinos de la vertiente atlántica, principal-mente ingleses e irlandeses, pero también de otros países del norte de Europa, que llegaban en barco al puerto de A Coruña y, en menor medida, a otros situados en las rías de Ferrol, Ares y Betanzos. Hoy, disponemos de dos puntos posibles de partida: Ferrol y A Coruña. La Alternativa de Ferrol tras la recuperación de esta ruta, logró más éxito por sus 112 km frente a los 69 desde A Coruña, pero desde hace algún tiempo ambos son reconocidos como merecedores de recibir la “Compostela” a pesar de los menos de 100 km del tramo coruñés. Es un itinerario corto y agradable, cada vez más demandado como alternativa a los 100 últimos Km del Camino Francés.
La Vía de la Plata
Fue la calzada romana que atravesaba de sur a norte el oeste de Hispania, desde Emérita-Augustahasta Astúrica-Augusta. Su nombre nada tiene que ver con el metal precioso sino con el topónimo Al-Balata (camino empedrado) que los musulmanes andalusís daban a esta calzada. El topónimo es, pues, una evolución por similitud fonética.
Es el más importante Camino de peregrinación desde el sur peninsular. Hoy en día se considera Sevilla como la ciudad de inicio, y se acepta una prolongación hasta Gijón. Se caracteriza por las grandes distancias entre poblaciones, la soledad y las temperaturas extremas en verano, que implican el riesgo de sufrir golpe de calor cuando se asocian las altas temperaturas con la deshidratación. No es recomendable hacerlo en verano (junio-septiembre), siendo más favorables la primavera o el otoño, e incluso el invierno para los amantes de la soledad.
Una desviación por Granja de Moreruela, a unos 40 km al norte de Zamora, dirige a los peregri-nos hacia Puebla de Sanabria y Orense, por lo que se conoce como con el nombre de Camino Sanabrés además de como Camino de Fonseca en memoria del arzobispo compostelano Alonso III de Fonseca que entró en Santiago desde Salamanca a través de esta ruta.
El Camino de Fisterra y Muxía
Es la prolongación de los diferentes caminos jacobeos desde Compostela hasta el Fin del Mundo, tal como se entendía en la época antigua y medieval. Muchos peregrinos optan por finalizar aquí su peregrinación ante la mítica visión de la puesta de sol sobre el océano.
La singularidad de esta ruta es que no termina en Compostela sino que sale de ella como epílogo de la peregrinación, como hacen entre el 10 y el 15% de peregrinos. Otra singularidad es la quema de alguna prenda en la creencia de remedar un rito ancestral; la realidad es que este camino no es precedente sino consecuencia del Camino de Santiago, y verdadero origen de la quema de ropas está en la Catedral de Santiago.
OTROS CAMINOS
Aún cabe mencionar los siguientes, pues realmente no hay tramo de la geografía ibérica que no tenga su propio Camino.
Por el Norte ya citamos el Camino del Salvador de León a y Oviedo, nacido en la Baja Edad Media para visitar la catedral ovetense y sus reliquias. Nos enfrenta a paisajes montañosos bellísimos y solitarios, exigentes sobre todo si no acompaña el tiempo. Tiene su propia credencial del peregrino que se puede obtener en León y La Salvadoranaque se entrega en el albergue de Oviedo y en la catedral de San Salvador.
El Camino de Invierno une Ponferrada con Compostela por el valle del río Sil, rodeando las montañas de Galicia por cotas más bajas que las del Camino Francés. Usado por las legiones romanas, los arrieros medievales o las tropas napoleónicas, sirvió también a los peregrinos para evitar la dureza invernal de la subida a O Cebreiro, sin volver al Camino Francés, sino uniéndose a la variante sanabresa. Es la única ruta jacobea que pisa en algún momento las cuatro provincias gallegas, por lo que se ha calificado como el más gallego de los Caminos.
El Camino de Baztan es el tramo de Bayonne a Pamplona. Fue una ruta medieval coetánea a la de Roncesvalles y Somport, preferida por algunos peregrinos por menor exigencia del collado pirenaico de Otsondo respecto al de Ibañeta. Confluye con el Camino Francés en el puente medieval de Arre, delante del convento de la Trinidad de Arre, a 4 km de Pamplona.
El Camino Vasco del Interior o vía de Bayona es el Camino que va de Irun a Santo Domingo de la Calzada o a Burgos. Para cruzar de Guipúzcoa a Álava, pasa el túnel de San Adrián, un pasadizo natural excavado en la roca, como hicieron muchos años antes las tropas romanas, luego los comerciantes medievales y luego los peregrinos.
El Camino Catalán parte de Barcelona hasta el monasterio de Montserrat, donde conecta con el proveniente de Girona para continuar luego hacia Huesca y el Camino Aragonés.
En el centro de la península podemos citar el Camino de Levante, La ruta de La Lana y el Camino de Madrid.
El Camino de Levante inicia en Valencia, atraviesa la península de este a oeste por las comunidades Valenciana, Castilla La Mancha, Madrid, Castilla-León, llegando a la Vía de la Plata en Zamora y entrando en Galicia por la variante sanabresa.
La Ruta de la Lana va de Alicante a Burgos donde enlaza con el Camino Francés; atraviesa la Mancha pasando por Cuenca. Se trata de antiguas veredas y cañadas vinculadas a pastoreo y trashumancia del ganado y al comercio lanar. Poco conocido y aún poco frecuentado por los peregrinos.
El Camino de Madrid es un camino moderno que une la capital de España con Sahagún en el Camino Francés en 323 km, pasando por Segovia y Valladolid. Cruza la sierra de Guadarrama por el puerto de la Fuenfría, de 1.796 metros de altitud, que constituye el techo de los caminos jacobeos en la península. Suele decirse que su inicio está precisamente en la Iglesia de Santiago de Madrid, sede de nuestra Cofradía. Es un camino lleno de atractivos naturales e históricos, solitario y bien señalizado, hasta hace poco minoritario pero cuyo número de peregrinos crece cada año.
Finalmente los caminos del sur peninsular.
El Camino Mozárabe es un conjunto de caminos que siguieron los mozárabes, cristianos bajo dominio musulmán en territorio del al-Ándalus. Hoy en día, más concretamente, se denomina Camino Mozárabe a los Caminos recuperados por asociaciones jacobeas andaluzas y corporaciones locales, que conectan las ciudades de Almería, Málaga, Granada, Jaén y Córdoba, y conducen a Extremadura enlazando con la Vía de la Plata para seguir por ella hasta la ciudad del Apóstol.
Una característica común de estos Caminos es la distancia considerable entre poblaciones, por lo que conviene abastecerse de agua, pues las fuentes no abundan y a veces están secas. Hay que evitar por tanto los meses de verano para prevenir la deshidratación y el golpe de calor. E incluso fuera de este tiempo debemos llevar suficiente agua, beber con frecuencia aunque no se sienta sed y cubrirse con gorra o sombrero. Aún poco frecuentada, es fácil encontrar grandes tramos que pueden hacerse en total soledad.
Otras rutas andaluzas son las que la que va desde Huelva hasta Zafra o Camino Sur, y la que desde Cádiz va hasta Sevilla o Vía Augusta.
En suma, toda la Península Ibérica es una auténtica red de caminos hacia Santiago de Compostela acorde con el principio general de que el salía desde su hogar en dirección a la ciudad del apóstol.